La saturación en los vagones obliga a desalojar parcialmente un tranvía
Los viajeros protestaban por el colapso que se registraba en una unidad del TRAM entre la playa de San Juan y Alicante
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Un tranvía para en Miriam Blasco. RAFA ARJONES
F. J. B.
Ferrocarriles de la Generalitat se vio obligada ayer a desalojar parcialmente una de las unidades del tranvía que cubre la línea 4 entre la playa de San Juan y la estación de Luceros de Alicante tras una airada protesta de los viajeros que se quejaban por las condiciones del viaje en el interior de los coches. El incidente ocurrió sobre las 18.20 horas cuando el tranvía en dirección a Alicante se fue llenando de pasajeros en su recorrido, principalmente de familias residentes en la zona de playas que bajaban a la plaza de los Luceros a contemplar la cabalgata de los Reyes Magos.
Según testimonios de los pasajeros, en la parada de Miriam Blasco había unas cien personas esperando el convoy y casi todas accedieron al mismo -la capacidad ideal para el confort de los usuarios del tranvía es de 300 pasajeros- lo que provocó la congestión general. El tranvía arrancó entre las protestas de los pasajeros en dirección a la siguiente estación, Lucentum, pero circulando muy lento e incluso realizando una parada técnica para el cambio de agujas. Las quejas arreciaron y muchos pasajeros exigieron al maquinista a detener el convoy para bajarse. Éste lo hizo en Lucentum y después de que algunos viajeros se bajaran siguió camino hacia Luceros donde llegó sin novedad.
Fuentes de FGV admitieron que a esa hora había muchos más pasajeros de lo habitual, casi como en Hogueras, y que incluso se ordenó a los trenes que llegaban de Benidorm (línea 1) a detenerse en paradas no habituales para recoger pasaje pero no fue suficiente. El tranvía del incidente había arrancado y se había llenado entre la playa de San Juan y Miriam Blasco, por donde no pasan los tranvías de la línea 1. Ayer, además, la gente iba bien abrigada y los tranvías con calefacción. FGV reforzó los tranvías de vuelta para mejorar el servicio al término de la Cabalgata.
Ferrocarriles de la Generalitat se vio obligada ayer a desalojar parcialmente una de las unidades del tranvía que cubre la línea 4 entre la playa de San Juan y la estación de Luceros de Alicante tras una airada protesta de los viajeros que se quejaban por las condiciones del viaje en el interior de los coches. El incidente ocurrió sobre las 18.20 horas cuando el tranvía en dirección a Alicante se fue llenando de pasajeros en su recorrido, principalmente de familias residentes en la zona de playas que bajaban a la plaza de los Luceros a contemplar la cabalgata de los Reyes Magos.
Según testimonios de los pasajeros, en la parada de Miriam Blasco había unas cien personas esperando el convoy y casi todas accedieron al mismo -la capacidad ideal para el confort de los usuarios del tranvía es de 300 pasajeros- lo que provocó la congestión general. El tranvía arrancó entre las protestas de los pasajeros en dirección a la siguiente estación, Lucentum, pero circulando muy lento e incluso realizando una parada técnica para el cambio de agujas. Las quejas arreciaron y muchos pasajeros exigieron al maquinista a detener el convoy para bajarse. Éste lo hizo en Lucentum y después de que algunos viajeros se bajaran siguió camino hacia Luceros donde llegó sin novedad.
Fuentes de FGV admitieron que a esa hora había muchos más pasajeros de lo habitual, casi como en Hogueras, y que incluso se ordenó a los trenes que llegaban de Benidorm (línea 1) a detenerse en paradas no habituales para recoger pasaje pero no fue suficiente. El tranvía del incidente había arrancado y se había llenado entre la playa de San Juan y Miriam Blasco, por donde no pasan los tranvías de la línea 1. Ayer, además, la gente iba bien abrigada y los tranvías con calefacción. FGV reforzó los tranvías de vuelta para mejorar el servicio al término de la Cabalgata.
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